"Yo de antes, no quiero saber nada"

Artículo de opinión de Ahora Totana -Plataforma civil-

Es curioso que cada vez con más insistencia y desde opciones políticas yuxtapuestas, nos encontramos al respecto de posicionamientos en los debates y propuestas en Comisiones de Gobierno o Plenos Municipales, con el discurso por parte de los participantes, de que aquí no hay disciplina de voto, y que cada cual apoya lo que cree conveniente.

La evidencia es que nunca, en ningún caso, bajo ninguna circunstancia, se rompe esa unanimidad de criterio, y esto nos preocupa bastante, pues da la sensación de que en ámbitos políticos se está imponiendo el Pensamiento Único.

Esto no es algo nuevo, pues ya en 1819 (ahora podríamos celebrar el 200 aniversario, casi coincidiendo con el 100 del título de Ciudad) Arthur Schopenhauer en Die Welt als Wille und Vorstellung, nos lo describe como aquel pensamiento que se sostiene a sí mismo, constituyendo una unidad lógica independiente, sin tener que hacer referencia a otros componentes de un sistema de pensamiento. Los que tenga más interés, pueden consultar a Herbert Marcuse y su Pensamiento Unidimensional, y si bien tenemos clara la posición de los representantes Marxistas, que es donde se posiciona Marcuse, incluso por la influencia de Ignacio Ramonet en los últimos tiempos, que parte de una idea de izquierda anticapitalista, también desde posiciones “Neoliberales” se mantiene esa unanimidad de posturas.

La Sociedad Civil, necesita ver a los que considera sus representantes, dando explicaciones, asumiendo responsabilidades políticas, pidiendo perdón, o es que no conocemos la historia de nuestra ciudad. Acaso no sabemos de los alcaldes que han pasado por la cárcel y han sido declarados culpables de diferentes delitos, acaso no conocemos los resultados finales de los muchos juicios en los que se han visto involucrados los políticos de los ayuntamientos “demócratas”, acaso no recordamos los miembros de las corporaciones pasadas, que ahora quieren parecer que no sabían nada, se nos ha olvidado el “aprovechamiento” que algunos han hecho de su paso por las diferentes corporaciones municipales.

Una de las primeras cosas que deberían hacer los partidos políticos y sus representantes actuales es un examen de conciencia y empezar pidiendo disculpas públicas a los ciudadanos por la falta de honestidad de algunos de sus compañeros, camaradas, amigos o como quiera que se denominen entre ellos, pues si no lo hacen estos serán cómplices, compinches, encubridores, o como quiera que se denomine quien colabora u oculta a otros con actitudes y hechos delictivos o cuando menos reprobables. Piensan que simplemente diciendo que “Yo de antes, no sé nada ni tengo nada que ver, yo no estaba…” es suficiente, pues no, sepan que al ampararse bajos esas siglas, bajo esa gaviota, esa rosa en puño, esa hoz y martillo de sus partidos, tienen que asumir su cuota de responsabilidad, y solamente después del reconocimiento público quedarán legitimados para representarnos.