Mercadillo solidario a favor de las Misioneras Combonianas de Etiopía

Mercadillo Solidario: domingo 18 de Noviembre, de 8 de la mañana a 8 de la tarde, frente a la Iglesia de Santiago

Un año más, el grupo de colaboradores misioneros de Totana, está ultimando los preparativos para organizar el Mercadillo Solidario 2012, a favor de las Misioneras Combonianas.

Este año, el Mercadillo tendrá lugar el domingo 18 de noviembre y estará instalado, frente a la facha principal de la Iglesia Parroquial de Santiago, en horario ininterrumpido de 08 de la mañana a 20h de la tarde.

El equipo de colaboradores misioneros, -formado por voluntarios de diversas edades-, se encuentra desde hace varios meses, trabajando en la preparación del Mercadillo, que este año cumple su 20º aniversario.

La gran tarea que realiza este grupo de voluntarios de Totana, tiene como finalidad, colaborar y ayudar al sostenimiento económico de la labor que realizan las Misioneras Combonianas, en las zonas más desfavorecidas del planeta… en la zonas, en las que gran multitud de personas, están más abandonadas de la solidaridad del resto del mundo.

Para ello, han estado recopilando multitud de objetos como: libros, discos, abalorios, ropas, juguetes, etc, etc, que han sido donados de forma desinteresada y altruista, por otros vecinos de la localidad. A todas estas personas, el equipo de organización del Mercadillo, quieren agradecerles su apoyo y sus aportaciones.

Toda esta tarea, está alentada y motivada por el fundador de esta congregación misionera: Daniel Comboni.

¿Quién fue San Daniel Comboni?

San Daniel Comboni, nació en un pueblo de la provincia de Brescia (Italia) en el año 1831, en el seno de una familia de campesinos muy humilde.

Como su familia no podía costearle la escuela (que en aquella época no era gratuita), tuvo que marcharse a Verona, en donde fue acogido en el Instituto que el sacerdote Nicola Mazza, había fundado para jóvenes prometedores sin recursos.

En los años que pasó en Verona, fue donde el joven Comboni descubrió su vocación sacerdotal y donde decidió consagrar su vida a África, a través de su Plan misionero (1864) basado en “salvar África por medio de África”.

Comboni compaginó la labor misionera en África, con la animación misionera por toda Europa, en donde consiguió importantes ayudas espirituales y materiales. Gracias a su inquebrantable confianza en Dios, y su amor por África, fundó dos Institutos para las Misiones en África: el de los Misioneros Combonianos en 1867 y el de las Misioneras Combonianas en 1872. Comboni llegó a ser el primer Obispo de África Central, y uno de los más grandes misioneros de la historia de la Iglesia. Murió en África en el año 1881, abatido por la fatiga y extenuado por las fiebres. En el año 2003, fue canonizado en el Vaticano por el Papa Juan Pablo II.

Hace ya más de 130 años que murió Comboni, pero el testimonio presente de los miles de hombres y mujeres que integran los Institutos Combonianos, nos muestran que su obra sigue de viva, al igual que ocurre con todas las grandes obras y empresas que “nacen al pie de la Cruz”.

Y precisamente para poder ayudar y contribuir al sostenimiento de la colosal tarea que realizan las Misioneras Combonianas, el grupo de colaboradores de Totana, organiza un año más, el Mercadillo Solidario 2012.

Desde este espacio que les brinda el portal Totana.com, quieren animar a todos los vecinos de Totana, para que se acerquen a visitar el Mercadillo que con tanto esfuerzo, voluntad y dedicación, están organizando.

“Quisiera poder disponer
de cien lenguas y cien
corazones para
recomendar a la pobre
África, que es la parte
del mundo menos
conocida y más
abandonada”.

San Daniel Comboni (revista Aguiluchos, nº613)

Imagen de archivo con algunos de los voluntarios del mercadillo solidario de 2011
Imagen de archivo con algunos de los voluntarios del mercadillo solidario de 2011
Escultura urbana que la ciudad de Verona dedicó a San Daniel Comboni. En esta ciudad italiana, cursó sus estudios y descubrió su vocación sacerdotal
Escultura urbana que la ciudad de Verona dedicó a San Daniel Comboni. En esta ciudad italiana, cursó sus estudios y descubrió su vocación sacerdotal