Al aquilatado testimonio nazareno de Roque Murcia y Luis Zamora

Meses de trabajo concienzudo y constante renuevan el palpitar que alienta el empuje y  determinación de hermandades y cofradías. En estos días, además, cuando ya los aromas que  definen la Semana Santa de Totana van embriagando de ternura la atmósfera de nuestra tierra,  preparando los corazones, exhortando sensibilidades y emociones para celebrar en intensidad el  sentido de esta solemnidad, la palabra y el testimonio, la fuerza nazarena, el compromiso  cofrade, alcanzan singular relevancia. Injertados en esos ritmos, se abren paso la entrega en  plenitud, la firmeza, serena y autorizada de Luis Zamora, Nazareno de Honor de la Semana  Santa de Totana de este año 2024 y el quehacer diligente, perseverante y altruista de Roque  Murcia, que en el fecundo pregón que proclamaba, en la mañana del domingo 17 de marzo, en  el templo parroquial de Santiago, actualizaba una trayectoria de esmero, dedicación y  cumplimiento. Roque ha acrisolado su alma en el encuentro, en la amistad, en el aprendizaje, en  la admiración a numerosos hombres y mujeres con los que ha curtido su anhelo, fervor y  nobleza nazarenas. Del sentir agradecido de nuestro pregonero se desgranaba el recuerdo de  muchos al enunciar que en esos argumentos ha crecido, se ha consolidado y brilla en esplendor  esta solemnidad.

Luis Zamora ha trazado ilusionantes y meritorias perspectivas junto a Roque Murcia, pero  también, con su calidad humana y entereza, ha impulsado senderos por los que la Semana Santa  de nuestra ciudad ha caminado íntegra y segura, en un recorrido en el que el trabajo en equipo,  la vitalidad y la confianza en los valores que la envuelven, han orientado sus metas.

La providencia, la determinación o quizá la sensibilidad, tanto de Adela Arnao, presidenta del  Ilustre Cabildo Superior de Procesiones, para encargar esta tarea a Roque Murcia, nazareno  forjado en la lealtad, en la coherencia y la apuesta por proyectos de esencia cofrade, como la  acertada decisión de designar Nazareno de Honor a Luis Zamora, responden, al justo  requerimiento de revelar el aquilatado mérito de personas de principal valía, con acumuladas  experiencias que comparten en generosidad, pero también a la honesta necesidad de reconocer  en ellos a una generación de hombres y mujeres que recogiendo el testigo del arrojo y  bienhechor transitar de nuestros mayores, de aquellos que, recompusieron la identidad nazarena  de nuestra tierra en los difíciles años de la posguerra, han sido capaces de infundirle vida,  engrandecerla y dotarla de una serie de elementos que dan prestancia, solidez y espíritu de  hermandad a esta arraigada tradición de la identidad cultural y de fe de Totana.  

 A ambos, nuestra enhorabuena, pues en ellos se personifica un estilo de honrar y amar a nuestra  Semana Santa, que es todo un referente en el que poner la mirada y el entendimiento.

Gracias  por vuestra abnegación.

Juan Cánovas Mulero 
 Cronista Oficial de la Ciudad de Totana