El alcalde de Totana se vacunará el miércoles con ASTRAZENECA

"El miércoles, 14 de abril, nos vacunamos en Totana las personas de mi edad, nacidos desde 1956 a 1961. Nos toca la de ASTRAZENECA y yo estoy citado por Salud Pública a las 10 de la mañana en el Pabellón de Deportes, "Manolo Ibañez"

Tengo que confesar que nunca me gustaron las agujas y tampoco las vacunas. No porque sea negacionista que yo creo firmemente en la ciencia y pienso que las vacunas salvan millones de vidas en el mundo antes de la Pandemia.

Será porque de niño lo pasaba muy mal con aquellas inyecciones para la flojedad que obsesionaba a mi madre, que no podía caminar en días. En una ocasión se me infectó una y tuvieron que sajarme para limpiar aquella infección.

Recuerdo al bueno de Blas Romero, "El Chalao", con su inconfundible puro, en casa de mi abuela en la calle Alcántara, sajando mi carne en vivo, sujeto por mis tías y mi abuela ante mi llanto desesperado y un dolor que no recuerdo haber pasado después en mi vida.

Para no gustarme las agujas, he tenido que sufrir con ellas y lo sigo haciendo hasta sentir las venas huidizas o quemadas. Nunca me acostumbraré al momento del pinchazo. es superior a mis fuerzas.

Pero el miércoles me vacunaré "por mi turno" por una razón fundamental: Junto a las medidas de protección, es el mejor arma para luchar y erradicar el virus.

Los riesgos de la vacuna (nunca es una broma) son mucho menos que los beneficios que nos aportan y eso está demostrado. Debemos vacunarnos, porque daremos un paso colectivo en la superación de esta crisis sanitaria, social y económica.

La grandeza de nuestro Sistema Público de Salud en el que nadie tiene prioridad por razón social, cargo o dinero. Aceptando lo que dicten las Autoridades Sanitarias, con la vacuna que nos digan y las fechas que nos convoquen. Con disciplina social.

Al vacunarme, recordaré aquellas vacunas, en fila que de niños nos ponían en la calle Hospital bajos de la Maternidad. Pinchazos o terrones de azúcar que nos daban Blas, Romualdo y tantos otros sanitarios, con un liquido rojo para la polio. También los tiempos del Ejercito, nos "banderilleaban" en fila para evitar riesgos o enfermedades y que comiésemos el rancho sin mucho asco.

También debemos vacunarnos pensando en las personas que en muchas partes del mundo todavía hoy no tienen acceso ni a aquellas humildes vacunas que nos ponían en los años 60.

En el fondo, a pesar de todas nuestras quejas (y no solo del pinchazo o la reacción), somos privilegiados al poder hacerlo. También me vacunaré para dar ejemplo, porque es muy necesario en los tiempos que vivimos. "

Juan José Cánovas, alcalde de Totana