Alfonso Cayuela impartió una conferencia sobre "EL SUMARIO 1207"

"Alfonso trató con maestría un tema difícil de encarar, en este pueblo y en este país", resaltan desde el Centro Cultural y Obrero

El viernes pasado 13 de mayo tuvo lugar en Totana, en el Salón de Actos del Centro de la Tercera Edad, la conferencia sobre "EL SUMARIO 1207" impartida por Alfonso Cayuela. 

Alfonso trató con maestría un tema difícil de encarar, en este pueblo y en este país. 

Se trata del proceso cuyo resultado fue el fusilamiento de once personas, apenas tres meses después de terminada la guerra civil. 

Alfonso afronto la explicación sin revanchismos, aportando documentos y datos; explicando el momento histórico: proliferación de armas, columnas de soldados que van al frente, la organización del pueblo, con el racionamiento para hacer frente al hambre. No olvidó el terror republicano que conllevó siete muertes y que cesó cuando se restableció el control, pasados los primeros meses de guerra.

Fueron presentadas las personas más representativas, varios alcaldes, militantes o responsable de organizaciones de izquierda durante la guerra; destacando la persona de Ambrosio López.

Se calculó el lugar aproximado sobre el que se encuentran los cuerpos. Aproximadamente en la calle S. Roque y que coincidiría con el exterior del muro del cementerio en aquella época y que después se rellenó, sin sacar los cuerpos y se construyeron fosas encima.

Se incidió en las incongruencias jurídicas del proceso, donde el juez excedía en las penas la petición del fiscal; donde el principal argumento de la acusación era la de "auxilio a la rebelión", el mundo al revés.

Se analizó el diabólico proceso de los "avales", por medio del cual se pedía a los acusados que aportaran avales de ciudadanos del pueblo que los excusaran ¿quién se atrevía? 

Alfonso demostró que se trató de un proceso exclusivamente político cuyo único fin era suprimir a los que se habían significado, instaurar el miedo y empezar la represión con mano firme y generalizando el temor.

Es de destacar que en ningún momento se citara, por el ponente, a ninguna otra persona implicada en el proceso y su deseo de que el afrontamiento de los problemas y de los fantasmas del pasado suponga el cierre definitivo de la herida.

Para finalizar se anunció la colocación de una placa  conmemorativa en el lugar en el que se supone que están los once ejecutados.