Totana se volcó con el reto “Nosotros apoyamos a Pablo ¿y tú?...”

Totana se sumó al reto promovido por la delegación de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) en esta localidad denominado “Nosotros apoyamos a Pablo ¿y tú?...”, con el que se pretendía recaudar fondos para sufragar fondos de enfermos de neuroblastoma, un cáncer en edad infantil.

La iniciativa consistió en realizar una marcha a pie durante tres días que recorrerá 150 kilómetros, desde Cieza a Totana: la primera etapa será Cieza-Archena, la segunda Archena-Alcantarilla y la tercera y última Alcantarilla-Totana.

La iniciativa pretendía hacer visible esta enfermedad en la sociedad y recaudar fondos y colaborar con la Asociación de Familiares y Amigos de Pacientes con Neuroblastoma (Nen) para incentivar la investigación de esta patología poco común del sistema nervioso simpático.

El neuroblastoma es una enfermedad por la que se forman células malignas (cancerosas) a partir de los neuroblastos (tejido nervioso inmaduro) de la glándula suprarrenal, el cuello, el tórax o la médula espinal.

Es el tercer tumor más frecuente durante los dos primeros años de vida, y después de los tumores del sistema nervioso central como conjunto, el tumor sólido más frecuente del niño, representando el 8-10% de los tumores pediátricos y diagnosticándose unos 50 nuevos casos cada año en España.

Todo el esfuerzo de esta asociación radica en la investigación y en el año 2017 se apoyaron cinco líneas de investigación en diferentes hospitales españoles con más de 60.000 euros de recursos procedentes de eventos solidarios.

El reto consistió en que un grupo de cuatro vecinos de Totana recorrieron durante tres días los municipios de Cieza, Abarán, Blanca, Ricote, Ojós, Ulea, Villanueva del Segura, Archena, Lorquí, Ceutí, Alguazas, Las Torres de Cotillas, Molina de Segura, Alcantarilla, Librilla, Alhama de Murcia y Totana con el objetivo de recaudar la mayor cantidad de dinero posible destinado al "Reto de Pablo".

Pablo es un niño de cinco años, residente en Albacete, que cuando tenia 2 años y nueve meses se le diagnosticó la enfermedad en estadio IV, tratándose de uno de los tumores pediátricos más baja supervivencia que existen.